Pinto Dayana, Crónica sobre la calle

Una calle poco concurrida

Por: Dayana Pinto

Bavaria Country, un barrio concurrido más por carros que por personas, en las mañanas solo pasan algunos vendedores ya sean de frutas, verduras, hasta productos para el aseo de la casa; pero, en especial, hay una persona que la hace alegre y un poco divertida. Esa persona es Efraín Pinzón, el hombre que se encarga de cuidar las plantas, muchos lo llaman el jardinero, pero a él le gusta ser llamado el dueño de la naturaleza, ya que considera que solo él puede darle vida a las plantas que están muertas y secas.

Junto a él siempre está su nieto Emanuel Pinzón, quien siempre lo compaña todas la mañanas cuando se dirige a hacer sus labores. Efraín no cobra solo recibe lo que amablemente le dan los vecinos.

Pero al caer la tarde todo cambia, algunos días son tan solos que ni un carro pasa, solo el dueño de una ambulancia que concurre casi siempre a las cuatro de la tarde. La cancha muchas veces está sola, los niños solo salen de vez en cuando a jugar y, eso, si sus padres les dan permiso.

Al caer la noche la cancha se llena de mujeres que le gustan jugar mucho futbol, y algunos enamorados que les gusta verse ahí porque nadie los ve. Los niños más pequeños están siempre en el parque jugando con sus cuidadoras.

Alrededor de las 7:30 p.m. siempre pasa María Jiménez, una mujer que siempre está elegante sin importar la hora y la ocasión. Junto a ella, van sus dos perritos Lucas y Luisiana, que al escuchar el sonido que ella hace con sus llaves, enseguida le hacen caso; es como si ese sonido los hipnotizara.

Juan Restrepo, el vigilante que se encarga de cuidar las calles, comenta que en las noches pasan muchas cosas, a veces le toca lidiar con los borrachos que llegan a sus casas y no pueden abrir la puerta.

Cuando llegan los fines de semana, el barrio se vuelve más solo que nunca, ya que todas las personas que viven ahí salen de paseo con sus familiares y algunos ni se asoman a la ventana.

En este barrio hay un árbol grande que lo distingue, este se encuentra en el centro de la cancha y, para las navidades, siempre es decorado y rodeado de muchos niños que van hacer la novena que celebran cada año.