Por: Dayana Pinto
Geraldin Díaz Cárdenas, con 21 años de edad, de piel
blanca, una estatura de 1,63 de altura, con una figura esbelta y una mirada que
al verla te trasmite alegría, es la creadora de la fundación Looking for
happiness (Busca la felicidad), la cual trata de ayudar a las personas que al
igual que ella tuvieron una infancia poco cariñosa.
Un mujer que la vida desde niña le enseñó a luchar por lo
que quiere sin importar que tan difícil sea, Geraldin, tuvo una infancia poco
feliz, debido a que sus padres siempre discutían, y nunca tenían tiempo para
estar con ella o saber sus cosas.
Estos sucesos hicieron que la vida de esa niña poco
querida se volviera un “infierno”, se encerraba en su cuarto cada vez que oía a
sus padres discutir. En su cuarto creaba un mundo donde todo era felicidad,
donde tenía a unos padres que le brindaban todo el amor que necesitaba, pero
siempre tenía presente que eso solo era un mundo que existía en su cabeza.
Camila Díaz Cárdenas, su hermana mayor, siempre le
gritaba debido a que decía que sus padres discutían por su culpa. Sin darse
cuenta cual era la verdadera causa, sin importar la actitud que su hermana
tenía, Geraldin siempre trataba que sus padres estuviesen lo más tranquilos
posible, aun sabiendo que no les brindaba el cariño que necesitaba.
Pasado el tiempo, las cosas no mejoraban y Geraldin
decidió irse de la casa, ya no aguantaba los insultos de sus padres ni los
maltratos de su hermana mayor.
Al poco tiempo sus padres decidieron buscarla ya que era
su hija menor y se habían dado cuenta
del daño que le causaron por sus malos tratos y sus insultos.
Geraldin se había ido para la casa de su mejor amiga,
Carla Bustillo, quien con todo el gusto del mundo la aceptó ya que esta conocía
muy bien a Geraldin y sabía todo lo que estaba pasando con sus padres. Estas
decidieron buscar trabajo, aunque las dos aún estaban cursando el último año de
la escuela.
Y así fueron pasando los años, Geraldin no quiso volver a
saber de sus padres porque aun guardaba mucho rencor hacia ellos y lo único que
podía hacer era dejar pasar el tiempo para ver si se curaban las heridas.
Al cabo de un año, Geraldin se graduó con todos los
honores del colegio, siempre fue una niña aplicada y estudiosa y todo eso dio
sus frutos, debido a que se ganó una beca para estudiar en la universidad que
quisiera y la carrera que eligiese.
Decidió estudiar Psicología, ya que con esta carrera ella
decía que podía ayudar a muchas personas que pasaron por problemas como los que
ella tuvo, sin importar las circunstancias. Geraldin siempre dio lo mejor de sí
en la Universidad. Ahí conoció Pablo Duarte, un compañero a quien le causaba
mucha curiosidad ver que Geraldin siempre estaba sola, aun siendo la mejor
estudiante.
Pablo, sin darse cuenta, se fue enamorando, siempre veía
que Geraldin era una mujer muy dulce y tierna sin importar que siempre estuviera
sola. Un día decidió decirle todo lo que sentía, pero se llevó una gran
sorpresa, porque Geraldin también estaba locamente enamorada de él.
Pasado el tiempo, Geraldin le propuso a Pablo montar una
fundación, la cual llamó Looking for happiness (Busca la felicidad). Eligió
este nombre porque siempre decía que hay que ir en busca de la felicidad, sin
importar las adversidades que puedan pasar en la vida, siempre hay que tener
una linda sonrisa en la cara. La fundación Looking for happiness decidió ponerla en su
casa para empezar de a poco y ya es todo un éxito. Geraldin se encuentra
contenta porque cumplió el sueño de ayudar a los demás.
Al cabo de unos años decidió perdonar a sus padres y a su
hermana, porque ya no quería llevar remordimiento en su corazón por nadie.
Hoy día Geraldin está felizmente casada con Pablo y
espera que su fundación día a día crezca más, para así poder ayudar a todas las
personas que lo necesiten.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar