Directo a la cima de la
gimnasia
Entre medallas de oro, plata
y bronce, un joven gimnasta se esfuerza por cumplir su marcado deseo de ser uno
de los mejores en su deporte a nivel mundial.
Por
Laura V. Orozco
A
las seis de la mañana, el deportista antioqueño Carlos Esteban Orozco Arenas
madruga para ir a entrenar durante todo el día. Su fuerza de voluntad,
perseverancia, responsabilidad y seguridad, construyen el deseo de no perder su
cupo en la Selección Colombia de Gimnasia, que se ha ganado con el producto de
un trabajo que ha realizado, prácticamente, toda su vida.
Entre
oro, plata y bronce, y muchos países recorridos, el joven de 19 años de edad, ya
perdió el número de victorias que ha obtenido, por las que ha invertido 16 años,
entregando alma y vida. Carlos se apoya en la disciplina para luchar con un
extraño dolor en la espalda y se esfuerza por poder llegar a su meta más
grande: los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Sus inicios
“Desde
que estaba en la barriga, ya estaba haciendo vueltas de canela, rollitos,
mortales y todo eso”, dice riendo Carlos Esteban, indicando que la gimnasia
había nacido con él. Definitivamente, la gimnasia era lo que el futuro le tenía
deparado para su vida. Inició en la gimnasia desde los tres años por iniciativa
de sus padres, especialmente por su mamá, aunque no fue su único deporte; a los
cuatro años empezó a practicar el patinaje y a los cinco años la natación.
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Su
madre, Rocío Arenas, contempló la idea de hacerlo relacionar con otros niños
por medio del deporte, por ello decidió que desde muy corta infancia Carlos
estuviera en ello. De hecho, el hermano menor de Carlos, quien ahora tiene 13
años, también es deportista, practica patinaje y en ocasiones juega fútbol. Rocío
manifiesta que a Carlos le gustaba jugar mucho y dar volteretas. “Era un niño
muy inquieto”, dice. Por ello, la gimnasia fue el deporte más acorde para este
pequeño niño.
Camino a la cima
A
los ocho años fue la primera competencia de Carlos. Su recorrido es bastante
extenso, tanto que no recuerda con exactitud cuántas medallas ha ganado entre
oro, plata y bronce. Toda su experiencia le ha dejado un fruto de
aproximadamente 200 medallas, de las cuales, más o menos, 50 son de oro.
Recuerda el 2006 como una época de muchos frutos y asevera completamente
convencido “Estas son las merecidas, las que me he ganado a punta de entrenamiento
y sacrificios”.
Quizás
aprovechar el tiempo y cada competencia es una fortaleza del joven gimnasta,
pues ha participado en juegos departamentales, regionales, nacionales, suramericanos,
bolivarianos y mundiales como el de China, donde alcanzó en grupo su
clasificación al próximo encuentro internacional a nivel mundial en Escocia que
se realizará en el 2015. Desde muy niño tenía en promedio cuatro competencias
al año.
Carlos, un joven tranquilo y dedicado, ha ido ascendiendo de nivel poco a poco, desde el 2013 se encuentra en la selección de mayores dentro del ciclo olímpico, y desde los 13 años es miembro de la Selección Colombia, cupo por el cual lucha diariamente y por el que entrena desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche, con solo cuatro horas de descanso. Así, año tras año se alimenta de la ilusión de lograr su clasificación en la selección.
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Los numerosos viajes en representación de Antioquia y Colombia han sido satisfactorios. Curiosamente, no recuerda sus experiencias con exactitud, por tantas que han sido. Asiente que “todas las competencias y todos los momentos son únicos”. Si bien, para él toda competencia es importante, pero sin duda alguna ha tenido experiencias imborrables como en Cuba en el 2007 y 2010, en Perú en el 2008, 2009 y 2013. También estuvo en Bolivia el 2012, y en Estados Unidos y el mundial de China el 2014. En este punto ríe con emoción intrincada por haber alcanzado una experiencia muy grande para su carrera deportiva.
En muchas ocasiones ha ocupado el primer, segundo y tercer puesto en competencias nacionales e internacionales. Entre deseos y retos, recuerda sus deseos cumplidos: ir y ganar en campeonatos nacionales, clasificar en suramericanos, llegar a un mundial… Ahora, una meta pendiente es ir a los Juegos Olímpicos, por lo que está trabajando desde hace más de cuatro años. Así, al paso que va y apoyado en sus valores y virtudes fundamentales: respeto, disciplina, humildad, responsabilidad, perseverancia, voluntad y buena toma de decisiones, lo más probable es alcanzar todos sus objetivos.
Grandes retos
Lo más difícil de todo han sido las lesiones. “Algo que me ha marcado mucho ahora y que no me ha permitido progresar más, es un dolor en la espalda a nivel muscular. Es un poco duro porque cuando estoy empezando a salir de la lesión, vuelve”, expresa.
Con mucho dolor en su alma dice que siente que no puede hacer las cosas bien. Pero así tenga el dolor, trata de hacerlas. Siente impotencia. Y finaliza este sentido momento de conversación con la siguiente manifestación “A veces pienso ¿Por qué a mí? Pero trato de jugar con la mente y ser positivo”.
Así es Carlos Esteban Orozco Arenas, con apenas 19 años de edad, con muchos lugares del mundo visitados y con más de 200 medallas como fruto de su perseverancia. Todos los esfuerzos cuestan, y a él le ha costado compartir muy poco con su familia y sus amigos, debido a que la mayor parte de su tiempo la invierte entrenando. Solo los domingos puede compartir tranquilamente con su hermano Camilo, su padre Rodrigo y su madre Rocío, de quienes tiene el apoyo incondicional y con su unión permanente le brindan la confianza que necesita. Además, su círculo de amistades se redujo a los del gimnasio porque con ellos es con los que permanece todo el día. Si acaso su deporte le deja tiempo libre, lo que más hace es dormir porque encuentra descanso luego de arduos entrenamientos.
Como
Jorge Hugo Giraldo, su referente, Carlos es una deportista muy humilde, completo
y disciplinado”. Con Giraldo, máximo exponente de la gimnasia en Colombia que
le ha abierto las puertas al país ante el mundo, ha tenido la oportunidad de
entrenar desde el 2006. “Es una persona que colabora mucho en los
entrenamientos con sus conocimientos en el deporte”, señala Carlos.
Indudablemente,
para ser un deportista destacado se ha esforzado en hacer bien su trabajo y dar
todo de sí en sus entrenamientos. Carlos afirma con total seguridad, pero ante
todo con la sencillez que lo caracteriza que él se ha formado desde los
entrenamientos. “Uno es en competencia lo que hace en los entrenamientos, nadie
llega de una vez a ese punto donde está”. Deja muy claro que se trata de
entrenar bastante porque ese es el alto rendimiento, así es esta disciplina y eso
toca cuando se quiere progresar.
De
esta forma, diariamente Carlos se posiciona sobre la peana, el suelo sobre el
que realiza sus acrobacias, con plena confianza en sí mismo, con inmensos
deseos de ser un gran referente mundial y una fuerte convicción que seguramente
lo llevará a alcanzar su próxima estación: los Juegos Olímpicos de Río de
Janeiro de 2016 para dejar el nombre de Colombia en lo más alto de la gimnasia.
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