jueves, 20 de noviembre de 2014

Martínez Adalberto, Crónica sobre un deportista


Pasión, Paciencia, Decepción y Triunfo
La vida de Genito Andrade y la realidad del taekwondo en el Magdalena

120 medallas adornan su cama. Vivir con su madre y su abuela le brindó la oportunidad de convertirse en el hombre de la casa; casi que desde el día de su nacimiento.


Por: Adalberto Martínez

En el taekwondo conseguir la cinta negra es un mérito que no todos se ganan, la constancia y la pasión pueden llevarte a representar a tu región en un concurso nacional y ganar una medalla de bronce por un tercer lugar. Genito Javier Andrade Pérez es un taekwondista nacido y criado en Santa Marta, a la edad de 19 años tuvo la oportunidad de viajar a un campeonato nacional. Dejó en alto el nombre de su escuela Koreana Occidente y al Magdalena.

Algunas personas creen en el amor a primera vista, Andrade cree en la pasión a primera observación, pasar por una escuela de taekwondo y ver la agilidad de los estudiantes al momento de realizar algún movimiento; además de la precisión de los mismos, abrió un nuevo mundo en la cabeza del joven, que de manera dinámica decidió entrar a una escuela, con tan solo 12 años de edad no se le iba a dificultar aprender a estirar sus ligamentos, ejercicio básico para aprender a manejar su cuerpo.

Vivir en diferentes lugares a medidas que vas creciendo es desventajoso para algunas personas. Este no es el caso de Genito, ha vivido en más de 6 barrios en la capital del Magdalena, el movimiento constante no le ha perjudicado en el taekwondo, con edad suficiente para ir a practicar solo, emprendía viaje todos los días a eso de las 2 de la tarde, para llegar puntual a las 3 y terminar a eso de las 6.

En su repertorio de triunfos tiene alrededor de 120 medallas, de la cuales 39 representan viajes por fuera del departamento, viajes que han salido a costilla de su maestro, su madre y él, “Este deporte en Santa Marta no es muy apoyado como otros deportes” afirma Andrade. Para recaudar fondos e ir como representante le ha tocado hacer rifas y actividades en las que puedan recoger dinero suficiente para durar la cantidad de días que exigen las competencias.

Es difícil para las personas que practican este deporte no conocer el nombre de Genito Andrade, es reconocido por sus triunfos a nivel local, además por ser tercer lugar en los juegos nacionales, los cuales son como el mundial que organiza la FIFA, es decir, cada cuatro años, este campeonato es el inicio del ciclo olímpico en Colombia.

El taekwondo como muchos otros deportes en Colombia, tiene sus momentos de auge y sus desapariciones casi que completas. Cuando Mariana Pajón se ganó una medalla de oro, todos querían tener una bicicleta BMX, antes de eso no se conocía ese deporte como se conoce ahora, lo mismo pasa en muchas disciplinas, en el Magdalena, si no fuese por la ayuda básica que proporciona INDEPORTES (Institución Departamental de Recreación y Deportes) se perdería mucho material humano, que hacen un esfuerzo económico para practicar su deporte favorito.

La desmotivación es clave para superar las pruebas económicas que pasan los deportistas al momento de no poder seguir compitiendo por falta de dinero, la única manera de mantener la pasión viva, es retarse a sí mismo y conseguir lo que se quiere por méritos propios, esto lo sabe Andrade por experiencia propia.

No es el dinero, ni el poder y mucho menos la grandeza lo que hace excelentes seres humanos, la humildad hace que los más pequeños se reflejen como los más grandes. La gran trayectoria deportiva, la gran cantidad de premios que se ha ganado y el reconocimiento que obtiene por parte de los taekwondistas, han hecho de Andrade un ser caritativo y promotor de esperanzas, con el vasto conocimiento y experiencia que tiene en este deporte, vio la necesidad de compartirlo con quienes tuvieran la intención de aprender. Motivo por el cual monto un club en la Universidad del Magdalena, donde cursa octavo semestre de ingeniería electrónica.

El club Koreo fue fundado por Andrade en primer semestre, junto con otros compañeros suyos quienes apoyaron la iniciativa, estas personas sin ánimo de lucro, enseñaban a niños, jóvenes y adultos, el arte marcial y toda la disciplina que este conlleva, algunas personas les reconocían el trabajo y colaboraban con lo que pudieran, mientras enseñaban a un grupo de 20 personas, practicaban y perfeccionaban su propia técnica, la creación de este grupo fue beneficioso por ambas partes.

La universidad como el taekwondo son fundamentales para Genito, no le da prioridad al deporte cuando a su carrera se refiere, su mayor objetivo en este momento es terminar su carrera profesional, motivo por el cual se retiró de la modalidad competitiva del taekwondo, para centrarse de manera completa en su profesión, aún practica y hace deporte, pero en estos momentos son solo hobbies, para él es como ver televisión o entrar a internet.
Ser el hombre de la casa es un título que carga con orgullo, su madre Berenice Pérez es enfermera, trabaja para sostener a su hijo y apoyarlo incondicionalmente en todo sus proyectos personales, motivo por el cual Andrade nunca ha dudado en ayudar a su madre cada vez que puede, esporádicamente consigue trabajos y aporta en la necesidades de la casa, como dije anteriormente la humildad hace que los más pequeños se reflejen como los más grandes.

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