jueves, 20 de noviembre de 2014

Jiménez Yiseth, Crónica sobre la calle

 
 
Pescaito, Santa Marta
La Sexta, la calle donde nacen las mejores estrellas
Por: Yiseth Jiménez
Sobre la extensa calle Sexta donde comienza la inmortal ‘Soledad’ hasta la Carrera 16, viven desde familias más populares de Santa Marta hasta los más peligrosos delincuentes.
Se trata de una calle donde cada mañana  el olor del mar acompaña el primer rayo de Sol mientras la brisa arrastra  la fina arena de la playa y el tintico recién hecho es el pretexto para salir de las casas. La alarma del muelle anuncia la hora del almuerzo, mientras las abuelas se preparan para el momento crucial del día su bufet.

Lo cierto es que las numerosas familias llenan los 20 kilómetros  que tiene la Sexta. Empezando por Los Peralta quienes han sido la familia más antigua de pescaito, sin duda es el apellido con más renombre que resuena en la seis. Le sigue Los Caracolí que van subiendo como la espuma hacía la fama por la venta de Wiski que tienen en su casa.
Los Charales la familia de los futbolistas, quienes no tienen ojos para otra profesión. También están Los López los dueños de una cancha privada en el patio de su casa. Junto a ellos Los Abella, pensionados de puerto que su fama es otorgada por la dureza de su codo.
Familias que se comprenden por los hijos, las yernas, los nietos, los consuegros, los primos, tíos, abuelos, perros, gatos,  parientes cercanos y lejanos. De una de esas familias hace parte el  popular ‘Caliche’, quien un día le dijo en un tono altivo  a un policía: “puede abrir el parqueadero para sacar mi carro” y el policía muy amable le abrió la puerta y de sorpresa salió sí, un carro, pero de perros.       
Habitada por trabajadores del muelle, por muleros, carpinteros, tenderos, niños, ancianos, futbolistas, moto-taxistas, homosexuales, religiosos, conocidos y reconocidos, la Sexta irrumpe pescaito con la el lugar donde nacen las estrellas, La Castellana el templo del fútbol, donde los grandes de Santa Marta han puesto sus pies,  ahora con grama y unos tubos que sobrepasan los 15 metros de altura, con grandes graderías y una puerta angosta. Conocida como La cancha del ‘Pibe’, ésta es la cancha de los sueños.
A orillas de la calle que desemboca la Sexta con Séptima se encuentra la catedral Parroquia del Carmen donde se casan los pobres. Su apariencia poco atractiva reúne más funerales que matrimonios, tienen hasta sus propios osarios. Así como  la catedral olvidada son las casas que al abrir las puertas escombros son sus muebles y ratas sus habitantes.
Cuando la calle Sexta llega a la carrera 11 ya han transitado ocho carreras, pues aquí nace una ciudad dentro de una calle porque hay misceláneas, peluquerías, discotecas, salones de eventos, hoteles  y estaderos donde los muleros llegan y beben cerveza hasta su próximo viaje. 
El caos
Hace tiempo no se vivía  un suceso tan violento en la calle, una guerra que aún no termina entre dos familias. Parece como si se reviviera la venganza de 1970  de Los Cárdenas y Los Valdeblánquez.
Ocurrió una noche en que incendiaron la casa de  una familia por el robo que uno de sus hijos hizo, lo que provocó gran ira a los hijos de aquella mujer y en medio de la discusión unos disparos sonaron y el ambiente  se revolvió,  el alboroto llegó y una bala impacto a uno de ‘Los Búhos’, acabando con su vida.
Con sed de venganza Los Búhos salieron a buscar un culpable pero se llevaron a un inocente.
 Entre la delincuencia, la ira, el dolor y la venganza el caos acechó la Sexta.
Las sombras
Después de un hecho tan trágico, los meses siguen pasando y la paz va volviendo, la calle del ‘todo bien’ se despierta con la misma sonrisa en las familias, el carro de perro de ‘caliche’ ahora es un carro más moderno y vende las mejores ‘calicheras’ de la Sexta.
Quedan solo las sombras de un suceso. La Sexta, sigue siendo la calle donde nacen las mejores estrellas.

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