Jiménez Alberto, Crónica sobre un deportista

El fútbol, una pasión

Una ibaguereña que trabaja por el balompié del Magdalena

Por: Alberto José Jiménez Alfaro

Desde muy pequeña recorría canchas de fútbol al lado de sus hermanos y de su padre, Alfredo Ponce, quien fue jugador profesional de fútbol con el Deportes Tolima; pateaba balones en las calles y disfrutaba jugar con niños de su edad, para demostrar que una mujer también era capaz de jugar un deporte que para ese entonces era única y exclusivamente para los hombres.

Así fue la infancia de Rocío del Pilar Ponce Díaz, una mujer que ha dedicado gran parte de sus 36 años al fútbol, quien nació un 27 de Marzo de 1978 en la ciudad musical de Colombia, Ibagué, Tolima.

Gracias a su talento, el cual demostró desde muy niña, consiguió ser seleccionada hasta ocho veces para las selecciones Tolima de todas las categorías e, incluso, fue llamada a hacer parte de la selección Colombia en el 2006 para ir al Sudamericano que se realizó ese mismo año en Argentina, pero una lesión acabó con su sueño de vestir la elástica de la selección nacional.

Hace 11 años decidió, por motivos personales, trasladarse a Santa Marta, Magdalena, ciudad en la cual ya está dejando huella gracias a un interesante club llamado ‘Real Santa Marta’, que trabaja con niñas desde los 8 años, para formarlas como las futuras representantes del balompié magdalenense.

Sus inicios como entrenadora se dieron en la escuela del Pibe Valderrama, orientada por el profesor Edinson González Palacios. Duró dos años al mando de la categoría ‘Teteros’ de dicha escuela. Luego, por algunas circunstancias ajenas a su voluntad, decidió dejar de lado su oficio en la escuela, y prefirió hacer realidad el proyecto que llevaba en mente realizar desde un par de años atrás: crear una escuela de formación futbolística para niñas. Y así fue, gracias a la ayuda de su esposo, Manuel Manjarrez, que decidió escoger a ‘Real Santa Marta’ como el nombre indicado para su proyecto deportivo.

Inicialmente, el club comenzó con niñas del colegio Cooedumag, pero con el paso del tiempo se han unido jóvenes provenientes de otros colegios, universidades, del Sena e, incluso, de municipios del departamento como Aracataca. Gracias al esfuerzo de ‘Rochy’ y sus pupilas, han logrado posicionarse como el club referente del fútbol femenino en Santa Marta, y ya han logrado participar en importantes torneos como la Copa Claro.

Rocío es una mujer blanca, de pelo negro como los guayos con los que ella también entrena, y posee un espíritu luchador que es de admirar. Esa misma lucha, ha llevado a que cuatro jugadoras de su club, tengan la posibilidad de ser convocadas por el profesor Felipe Taborda, técnico de las selecciones Colombia femeninas, para que hagan parte de los microciclos de preparación, pensando en los campeonatos juveniles que se avecinan.

A pesar del éxito con el cual ha sido acogida esta iniciativa de ‘la profe Rochy’, ella es consciente que para ser totalmente sólida, se necesita una fuerte inversión por parte de la empresa privada. Y ahora mucho más, debido a que en sus aspiraciones está competir el próximo año en la copa Pre-Libertadores femenina, la cual otorga un cupo para hacer parte del torneo femenino de clubes más importante de Sudamérica.

Pero en su vida no todo es fútbol, ella también se dedica a velar por el bienestar de sus dos hijos a los cuales ama demasiado, y quienes son sus compañeros fieles en los entrenamientos. Estos dos niños nacieron de su unión con Manuel Manjarrez Altahona, hijo del ex futbolista Manuel Manjarrez, campeón del futbol colombiano en el año 1968 con el club Unión Magdalena. ‘Rochy’ resalta que aunque el fútbol sea su mayor pasión, no significa que ella haya dejado, en cierta forma, la feminidad, y sentencia que por esta razón muchos padres no dejan que sus hijas practiquen el fútbol, porque le temen a que ellas se conviertan en ‘Machitos’ como son juzgadas vulgarmente.

Rocío espera ver pronto a alguna de sus pupilas triunfando y dejando en alto el nombre del departamento a nivel nacional. Y es así como una mujer aguerrida, lucha por la igualdad de género en un deporte en el que cada día las mujeres se han ganado a pulso un espacio importante.