lunes, 24 de noviembre de 2014

Gutiérrez Francys, Crónica de El Rodadero


El Rodadero, fuente de ingresos: El Capitán Mopri

Por: Francys Gutiérrez
Cuando llegamos a El Rodadero nos encontramos con un sin número de personas que disfrutan de este espacio turístico, conformado por grandes edificaciones y una hermosa playa a la cual llegan muchas personas de todas partes mundo, con el objetivo de vacacionar y relajarse en este lugar paradisiaco, aquí se pueden disfrutar del paisaje, la magia del mar y  comidas de toda clase.

Como todo lugar turístico El Rodadero cuenta con una cantidad de vendedores ambulantes que se pasean por la orilla de la playa en busca de conseguir compradores, porque si para los turistas el Rodero representa un sitio al cual van a descansar, para los comerciantes es todo lo contrario, puesto que allí es donde consiguen el pan de cada día, es decir, el sustento de sus hogares.

El comercio en El Rodadero es muy amplio, debido a que aquí se consigue de todo un poco “desde lo más pequeño hasta lo más grande”, afirma uno de sus habitantes.

Ahora bien, cuando nos paseamos por este lugar nos llama la atención un personaje que dice conocer todos los secretos del mar, él se hace llamar El Capitán Mopri, pero en realidad su nombre de nacimiento es Álvaro Redondo Rodríguez, hombre de aproximadamente 50 años, alto de piel morena, cabello negro y voz gruesa.

El Capitán Mopri se dedica  a venta de cocteles desde hace 25 años y es reconocido en el lugar por la manera en cómo se viste y el  diseño personalizado de su sitio de trabajo, dado que estas dos se relacionan con el lugar, pues el carro donde se elaboran los cocteles es con forma de barco y él se encuentra vestido de blanco y con un quepis que adorna su cabeza, los cuales van de la mano con el lugar y su labor. Se encuentra vestido “como todo un Capitán Marino”, expreso Álvaro Rodríguez.

El hombre que conoce los secretos del mar es oriundo de Camarones, La Guajira, pueblo en el que en el que se dedican a la pesca y recolección de todos estos beneficios que nos brinda el mar. Pues como buen camaronero ha hecho buen uso de sus raíces y las ha puesto tanto en práctica que nos dice que no hay mejor coctel que el que se prepara en su en su puesto de ventas.

El mejor coctel que se puede comer un turista es el que compre en la Coctelería Delimar El Capitán Mopri, nombre de su sitio de trabajo y su significado es, primo al revés, modismo de los guajiros. Así lo afirma por qué siempre sus clientes se van satisfechos y lo recomiendan a donde van, tanto así que vuelven o vienen personas enviadas por otras que ya han tenido el placer de disfrutar de una de estas delicias marinas, las cuales pueden degustar sin ningún miedo a ser intoxicados, porque el señor Álvaro mantiene las normas de higiene y cuidado al momento preparar el producto y escoger el camarón que va a utilizar.

“Si los cliente vuelven es porque les gusta lo que yo hago”: El Capitán Mopri.

La jornada laboral del propietario de la Coctelería Delimar donde El Capitán Mopri, inicia a las 4:00. P.m, y finaliza a las 12:00. A.m, a la hora que don Álvaro finaliza su jornada laboral emprende su camino hasta Ciénaga, pueblo donde vive con su esposa e hijas desde hace muchos años. Esta es la rutina diaria del señor Álvaro Redondo, monotonía que no lo cansa, dado que su oficio le deja buenos ingresos.

Por otra parte, Álvaro asegura que gracias a su trabajo hoy en día es hombre de muchos logros de los cuales se siente orgulloso, porque todos estos los ha conseguido mediante su trabajo y no le cuesta tanto, porque hace lo que le gusta y afirma que cuando las cosas se hacen por gusto salen y bien y nos cuesta trabajo realizar y sin duda, ya que, cuando nos desempeñamos en algo que nos gusta es mejor.

Recapitulando, todos los logros obtenidos por el señor Álvaro no han sido propios, sin embargo es como si lo fuera, porque ha logrado que sus hijas sean personas con estudios superiores y tengan un mejor futuro y todo esto lo ha logrado por medio de la venta de esas delicias marinas que solo él sabe preparar.

“Una vez tuve un inconveniente con un turista, pues él me pidió el coctel más grande y yo no le dije el precio, entonces él quiso cancelarme diez mil pesos, pero el valor de ese coctel era de 25 mil pesos. Cuando yo le di ese precio al turista él se escandalizó y me llevo a la Policía, pero eso fue falla de ambos porque él no pregunto el valor y yo tampoco le dijo, sin embargo, este hecho se solucionó, de manera que ni él, ni yo perdiéramos, hecho que se solucionó y no paso a mayores, porque se llegó a un acuerdo. Ha sido el único inconveniente que he tenido y se solucionó porque el cliente siempre tiene la razón”: expreso, Álvaro Redondo.

Cuando visitemos El Rodadero no se nos olvide pasar por la mejor Coctelería Delimar donde El Capitan Mopri, con los secretos del mar, podemos encontrar cocteles de distintos precios y sabores con las distintas especies marinas.

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