“Soñar está permitido” Guillermo
Su
pasión es el fisicoculturismo
La interesante vida de un
hombre que aprendió a admirar su propio cuerpo y que hoy en día vive gracias a
este deporte.
Por: Yelmis Ramos
En la calle 22 N° 19B-12 se
encuentra Guillermo Hurtado López haciendo lo que más le gusta, ser un
disciplinado físico culturista. Es un hombre de estatura baja, con una
dentadura brillante, de piel morena y con tan solo 35 años de edad. Sueña con viajar por todas partes del mundo y
hacer lo que le apasiona competir y trabajarle a las maquinas todos los días
con dedicación.
Desde niño se apasionó por
el deporte, pero desde los 22 años empezó su carrera profesional en el gimnasio
Caribe Sport siendo entrenador hasta el día de hoy. Otros de los deportes que
realizó durante este tiempo fue el fútbol, el patinaje extremo y peleador de
artes marciales pero, en el que más se inclinó fue en el fisicoculturismo.
A pesar de no tener fama,
sueña con tener la misma musculatura del segundo mejor fisicoculturista del
mundo Ronal Dean Coleman y llegar hacer como este ganador. Pero en el
transcurrir de su vida ha logrado comenzar hacer realidad esos sueños de haber
sido premiado como campeón en Valledupar, campeón departamental del Quindío en Armenia, campeón
departamental del Valle en Tuluá, subcampeón del músculo en Cali, campeón
nacional, subcampeón en el primer gran prinx en Medellín en los años 2004,
2005, 2008, y 2010.
Con todas estas experiencias
y su mayor disciplina, el gran Guille desde años atrás hasta hoy, ha logrado tener más volumen muscular, lo que
quiere decir que le falta poco para estar como su fans número uno “Ronal”. Este
culturista nunca se queda quieto y en estos meses ha estado entrenando fuerte
más su musculatura porque llego uno más de sus importantes metas de competir en
la copa confederaciones en un torneo internacional en Bogotá.
“Mi más grande reto es ganar y soñar con
traerme esos premios que son dedicados a mi madre con orgullo”, expresa
Guillermo.
Hasta el momento la
conversación es como esa emoción que nunca se apaga cuando admiras a un
personaje fisicoculturista y persigues
tus sueños sin descansar hasta el final,
pero en instantes después de haber
compartido todas esas experiencias vividas y que aún le faltan por vivir, dice
con mucho sentimiento mi madre desde niño siempre me apoyo en el deporte a lo
contrario de mi padre.
Comienza un suspenso y el ambiente se pone
tenso y expresa; “nunca viví con él, no me apoyo y hoy en día a pesar de su
muerte no quiero hablar de él”
Luego de pasar unos minutos
incomodos, cuenta la anécdota de sus compañeros de trabajo en el gimnasio y
expresa con una sonrisa que cada vez que está con ellos se la goza y un sábado
se colocaron a competir haciendo la máquina de brazos hasta que se cansaran,
pero al final el ganador fue él y al terminar estiro los brazos sin darse
cuenta que estaba un amigo detrás y lo golpeo tan fuerte que le partió el
labio.
Guillermo vive de su cuerpo
y le gusta este deporte porque el
trabajo del cuerpo es como el poder de
tornearlo a su antojo, algo que no puede hacer cualquier persona y eso lo hace
muy diferente a los demás deportes.
En este momento lo único que
quiere es seguir trabajándole a su cuerpo, soñar con ganar el torneo
internacional y no solo eso sino compartir cada triunfo junto a su madre.
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