lunes, 24 de noviembre de 2014

Ramos Yelmis, Crónica de El Rodadero

El gran Chiqui, Fito y sus comidas rápidas.

Por: Yelmis Ramos
En un atardecer  del 20 de agosto de 2014 a eso de  las 4:45 de la tarde, en las calles el rodadero permanecen diariamente dos hombres  trabajadores, ambos de la ciudad de Santa marta, Julio cesar de 50 años apodado como el Chiqui, de estatura baja, y piel morena, por otro lado el sonriente Adolfo rodríguez de 27 años que es conocido como Fito, de estatura media, piel blanca y musculoso.

Dos personas que han luchado tres años  por hacer crecer más su negocio, en donde hay tanta competencia, pero a pesar de esto Adolfo da un suspiro y expresa con sentimientos, que en esta vida nada termina sino se hace un máximo esfuerzo  por conseguir lo que soñamos  y por qué lo hacemos. En este caso, sus ganas de trabajar día a día son para ayudar a su madre.

En un momento tan agradable y lleno de entusiasmo comienzan la tarde con ambiente  encienden el equipo con canciones reguetoneras cantan, mientras organizan todo para preparar sus  comidas rápidas,  que son la hamburguesa, el perro y la salchipapa, una de las más preferidas  por sus clientes.

Por lo regular, los días en que más  hay movimientos  son los  viernes, sábados y domingos. En donde estos dos caballeros se la ingenian porque todas sus comidas tengas un sabor único, aplicando nuevas recetas  y eso haga marcar la diferencia de su negocio.

De pronto se siente un silencio donde el tema se cambia y se vuelve más interesante la vida del Chiqui, donde asegura un momento nunca olvidado en años anteriores y Fito con una mirada de desilusión expresa una anécdota vivida.

En todos los años transcurridos por el Chiqui, cuenta con una voz quebrada que el último día más feliz de su vida fue un viaje a Barranquilla  junto a su esposa y sus tres hijos, dado que se separaron hace 6 años y en el día de hoy trabaja para ayudar a sus hijos con lo que se gana en el trabajo.

Fito asegura que hay que aprender a conocer bien a las mujeres antes de empelicularse y su anécdota empieza cuando él tuvo una relación con una joven de 23 años, y él  llega va a buscarla en una moto, la cual es prestada por un amigo.

 Al día siguiente  llega caminando a la casa de su  novia, ella le pregunta que pasó con tu transporte y el responde  sinceramente  no tengo nada, pero si  tengo algo más importante que lo material  y es  mi corazón. Ella reacciona de manera sorprendida, donde todo lo que vio al principio no era real. El ambiente cambia en ese momento y  Fito saca sus propias conclusiones.

El  afirma con toda seguridad, “No era la mujer que estaba dentro de mis sueños”.  Después de estas dos experiencias Julio y Adolfo se miran el uno al otro, se dan un abrazo y uno de ellos se ríe a carcajadas y expresa !la vida es hermosa!, solo tienes que saber vivir tu propio mundo.

La vida es como un libro, donde pasas una hoja y empieza una nueva página, en donde solo quedan recuerdos en tu mente. Esto le sucedió a cada uno de ellos, donde en este momento están en un nuevo capítulo y es seguir  construyendo lo que un día empezaron,  hacer crecer su negocio de comidas rápidas.

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