Sueños y aspiraciones sobre
ruedas.
Ruedas,
asfalto y caídas la vida de un
Longboardistas.
“Ser Longboardistas, te
enseña a amar la velocidad, el riesgo y las curvas”
Por: Paula Crosthwaite
El asfalto, las curvas, bajadas y solo cuatro ruedas son
las responsables de los sueños de Carlos Jorge Pallares, un estudiante de
ingeniería de sistemas de la Universidad de Magdalena, un adolescente de 20
años que desde hace un año y seis meses tiene como deporte el LongBoard el cual
emplea el manejo de una patineta larga se utilizan comúnmente para bajar
cuestas, en carreras que se llevan a cabo en todo el mundo, para el cual se
debe usar casco, rodilleras, coderas y guantes ya que se pueden alcanzar
velocidades cercanas a 100 km/h que se ha convertido en el deporte que quiere
practicar toda su vida.
Carlos ve en este deporte la adrenalina que la vida
necesita, la velocidad con la que él quisiera llevar su vida, las cuatro ruedas
de su tabla lo transportan por toda la ciudad y lo lleva a los lugares que él
desea ir sin contratiempo alguno.
Su pasión por el Longboard empezó por internet, viendo
videos todos los días y fue ahí cuando decidió comprar su primera tabla, una
tabla pequeña que simplemente servía para empezar a practicar el deporte en las
tardes, todos los días después de clases salía a patinar y descubrir nuevos
trucos en internet.
Inspiración y deseos.
Al principio comenzó siendo un deporte que solo
practicaba cuando estaba aburrido, pero que con el tiempo descubrí que esas
cuatro ruedas me hacían sentir en otro mundo, la velocidad se sentía en mi
cuerpo, la brisa se sentía en mi piel y se convertía en parte de mi piel.
A pesar de gustarle tanto el Longboard sus padres ven
este deporte de alto riesgo para él, las caídas dejan cicatrices que no se
quitaran, golpes que dejan dolores que sus padres también sienten pero para el
no son lo suficiente dolorosos para dejar este deporte.
Competencias y premios.
El 15 de junio de 2014, el pueblo de Bonda en Santa Marta
fue testigo de la oportunidad que él siempre había esperado, participar en una
competencia de su deporte favorito la cual fue organizada por el dueño de Cono
Pizza, y de Ziruma Longboard Ricardo Foliaco, esta carrera fue de participación
local, donde todos los jóvenes de Santa Marta que practicaran este deporte
tenían la oportunidad de mostrar el talento que tenían.
Las curvas y el asfalto fueron testigos de la alegría y
desgracia de los competidores de “Carreras ilegales clandestinas prohibidas la
carrera que marcó el comienzo de su carrera, descubrió trucos que nunca había
visto, competidores de grandes trayectorias, que lo inspiraron a seguir
luchando por sus sueños y propósitos.
“Ser Longboardistas, te enseña a amar la velocidad, el
riesgo y las curvas” de la vía privada de Ecopetrol fueron tomadas por los
jóvenes de este grupo para desafiar la velocidad y las cuervas, cada curva era
desafío, el asfalto caliente, frentes que sudaban y caras alegres de superar a
los rivales, pero no todo sería felicidad en ese momento después de haber
ganado la primera vuelta la policía llega al lugar de la carrera interrumpe de
manera brusca y grosera la carrera haciendo disparos con pistola de aire y
llevándose las patinetas de los que se encontraban compitiendo.
El futuro.
Sus aspiraciones siempre han sido en competencias
grandes, que representen victoria luchadas, sin importar los golpes y daños
físicos que puedan causarle, el lucha cada día por estar en las grandes ligas
de este deporte en Colombia, por eso sueño con ser parte de Longboard Colombia
y estar al lado delos grandes del deporte colombiano y en un futuro poder
pertenecer al grupo Oxigeno que es uno de los grandes del deporte
internacional.
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